1.- Al ministro de la producción de Perú se le ocurrió la "brillante" idea de crear un pisco conmemorativo de éste suceso cuyo nombre, de su autoría, es "PISCO 7.9"
A veces no puedo creer lo noveleros que resultan los peruanos.
Al muy inteligente ministro éste no se le podía ocurrir algo mejor que no fuera semejante falta de respeto hacia el dolor de las familias de los más de 500 muertos?
Che ministro, yo no te regalo un pisco sino una yerba, toda para vos, a ver si te abre el mate, porque de hecho lo tenés obstruído.
A veces no puedo creer lo noveleros que resultan los peruanos.
Al muy inteligente ministro éste no se le podía ocurrir algo mejor que no fuera semejante falta de respeto hacia el dolor de las familias de los más de 500 muertos?
Che ministro, yo no te regalo un pisco sino una yerba, toda para vos, a ver si te abre el mate, porque de hecho lo tenés obstruído.
2.- Hubo (y hay) montones de campañas pro ayuda para los damnificados. Una de ellas pedía que las familias que tienen niños en edad escolar llenaran una bolsita de tela con una prenda de vestir, unos colores para pintar, un cuaderno, un librito de cuentos y una carta escrita por los niños de la casa para una amiguito del sur víctima del terremoto.
Ahí me paralicé.
Me vino a la mente la explicación aún inentendible que intentó darnos mi mamá cuando fuimos a comprar chocolates al kiosko y al abrirlos encontramos una cartita para el "querido soldado de la patria" después de Malvinas.
Los míos no hicieron bolsitas, no. Esta vez no caigo.
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