25 feb. 2008

Selectivos

El olvido y el recuerdo selectivo son grandes recursos para protegerse, mecanismos de defensa que uno puede aplicar cuando le conviene o cuando le da la gana. Motivos oportunos cuando hay que emitir, por ejemplo, un juicio. Acordarse sólo de lo necesario u olvidar justamente lo innecesario para llegar así a una conclusión únicamente fundada en la conveniencia personal.
Facilita la gestión cuando de tomar una decisión se trata. Uno recuerda sólo lo que quiere recordar, y olvida el resto, selectivamente. Muy propicio.
A menudo leo y conozco a gente que compara la vida con una sucesión de cuadros de película. La tira es larga y se compone de muchos cuadros. Todos y cada uno son importantes y decisivos para la creación final de la obra. Pero si editamos la película, el resultado no es el mismo. Cortamos uno que otro bloque, suprimimos episodios, damos realce a algunos otros, y finalmente la trama cambia completamente, y por ende, el final.
A veces sería bueno que nuestro cerebro fuera un disco duro y de vez en cuando acudir a algún virus que borre la memoria. Linda fantasía, pero imposible.
Por último, y la conclusión de ésto, es que la memoria y el recuerdo selectivo son una mierda, un recurso momentáneo para evitar enfrentar la realidad. Y aplicarlos, una mariconada. Y se que habrá discusión...

3 comentarios:

Ispilatze dijo...

Sí y no, no y sí:
Sí que lo son, mecanismos de defensa. Recursos. He leído que moriríamos si fuéramos capaces de recordar vivamente y de continuo, por ejemplo, la suma de dolores (físicos) agudos con que todos alguna vez nos hemos enfrentado. La naturaleza es sabia, desvirtuándolos... seleccionando sólo un "recuerdo que me dolió". Lo mismo debe pasar con las heridas del alma.
La perfección de nuestro disco duro mental está en eso precisamente: en su capacidad (involuntaria) de ser imperfecto y selectivo.
¿Te da rabia no saber configurarlo?
A cambio, también somos "sordos seleccivos" y "ciegos selecctivos", ¿o no? Y eso lo hacemos voluntariamente...
No sé si me he enredado o es que me queda poca memoria RAM para trabajar sensatamente hoy. Ains.
un beso

NNk dijo...

Es increíble, pero una vez, en el 94 (yo tendría unos 12 años) mi abuelo paterno estaba muriéndose en el hospital de cancer.

El último día y sin que nadie dijera nada, salí a buscar un Sacerdote para que le diera la Extrema Unción. Murió al día siguiente.

Todos se acuerdan, yo ni registro el momento.

Fuera de Broma, yo recuerdo de haber ido 2 veces, y resulta que fui todos los días durante 6 meses.

En fin, es así.

Besos!

Unknown dijo...

Yo los recuerdos feos, los eliminé. Juro, por mas memoria que haga, no puedo recordarlos. Ahora, los recuerdos de mi abuela, sus comidas, si las recuerdo.
Te sumé a mis links, ya que me sumé a la perezosfera!